Playa Cativo, la perla del Golfo Dulce

Cuando pensamos en la palabra ‘paraíso’ nos suele venir a la mente escenas de película: playas con palmeras, aguas cristalinas, exuberante vegetación… pues bien, todo esto y mucho más es lo que nos encontramos en Playa Cativo Eco Lodge, un paraíso con letras mayúsculas.

La aventura comienza desde el momento de la recogida. Navegar en una lancha rápida por el Golfo Dulce hasta el hotel es sólo el inicio de un sueño hecho realidad. Y decimos sueño, ya que así lo recordamos: como unos días magníficos en un lugar que queda para siempre en el recuerdo del que lo visita. El entorno lo es todo, pero a él también le ayudan sus magníficas instalaciones y un staff tan dedicado que hace que te sientas completamente en casa.

Ni que decir tiene el mérito de sus chefs, que, por si fuera poco, ponen la guinda al pastel con cada una de sus deliciosas creaciones, un auténtico deleite para el paladar de cualquiera. Y es que en Cativo Lodge se aseguran de no dejarse nada en el tintero, cuidando cada detalle para que el huésped no despierte de ese sueño, también llamado paraíso.

En definitiva, este pedacito de cielo es la definición de Costa Rica al máximo exponente, un rincón todavía por explorar en el corazón del Parque Nacional Piedras Blancas. Este área es una de las menos visitadas del país, y por ende la ideal para aquellos amantes de la aventura, de lo desconocido, aquellos que quieren experimentar lo que es verdaderamente la ‘Pura Vida’, mezclando la aventura con los momentos de relajación que Cativo proporciona a sus visitantes.

Es un lugar para vivirlo y exprimirlo al 100%, y una de las mejores maneras es realizando el tour introductorio al bosque tropical lluvioso de la mano de un guía naturalista especializado. En este recorrido se conocen muchos más datos sobre la fauna y la flora del lugar y es posible avistar diversidad de animales.

No nos podemos olvidar que Cativo tiene de vecina a la península de Osa, donde reside el 5% de la biodiversidad del planeta, y que, por tanto, esto también se puede apreciar en esta zona. Además, durante este recorrido por la finca Cayetano, donde está ubicado el hotel, se muestra también la huerta y granja de donde proceden la mayoría de los alimentos que se utilizan en el restaurante. Saber que cada bocado viene directamente de la granja a la mesa es como rozar de nuevo el cielo con los dedos.

Trekkings por la jungla, tours nocturnos o de avistamiento de aves, tours en barco para avistar ballenas y delfines, para pescar o para realizar snorkelling, tours de bioluminiscencia o exploración en kayaks y clases de yoga son otras de las actividades a las que puede optar el huésped.

Y lo mejor es saber que, además de poder realizar todo esto, de permitir que nos acerquemos un poquito más al Golfo Dulce, donde hay más de 1.000 especies marinas, de conocer uno de los cuatro fiordos tropicales que existen en el mundo, todavía hay espacio para más desconexión. Dar un paseo por la playa, disfrutar de la piscina con un increíble cocktail de Borucas Bar, recibir un masaje en su spa, o simplemente leer un libro en la habitación, hacen de Cativo el lugar perfecto e indicado para no solo sumergirnos de pleno en la flora y fauna de Costa Rica, sino en nuestra mente, relajándola y renovando todas las energías para seguir soñando con lugares como este.